De niño, tuvo muchas veces sueños y recuerdos sobre sí mismo como un yogui tibetano de nivel espiritual elevado. Como resultado de estos sueños, tuvo múltiples revelaciones de técnicas yóguicas que empezó a practicar obteniendo resultados impresionantes. Asombrosas sincronicidades relacionaron los eventos de sus sueños con los eventos de su vida diaria.
Gradualmente Grieg aprendió a reconocer el significado de estos eventos y a reunirlos en un sistema coherente de verdades espirituales fundamentales de grandes proporciones. Practicándolas sobre sí mismo él fue capaz de obtener en muy poco tiempo, una serie entera de logros psico-mentales, que en general son considerados paranormales.
Todas estas experiencias culminaron a la edad de 19 años, cuando tuvo una experiencia decisiva, logrando el estado de despertar espiritual.
En paralelo con sus experiencias yóguicas él estudió con mucho interés las enseñanzas de las sabidurías orientales analizadas por el experto rumano en Yoga de fama internacional, Mircea Eliade y encontró en estos textos muchas confirmaciones de lo que él ya había experimentado a través de su práctica.
Grieg profundizó cada vez más en sus prácticas yóguicas y durante años estudió las escrituras sagradas como también las obras de algunos maestros modernos como Ramakrishna, Shivananda y Yogananda, practicando con éxito las técnicas desarrolladas en estas obras.
Empezó a enseñar Yoga en Bucarest en 1978 y desde el primer momento su acercamiento a Yoga fue reconocido como revolucionario y extremadamente eficiente. Prácticamente él creó un nuevo camino para la práctica yoga; en aquellos tiempos en Rumania se sabía muy poco sobre Yoga.
Colaboró con el Ministerio Rumano de la Salud y con la Asociación de Medicina Psicosomática de Bucarest y, con la ayuda de las prácticas Yoga, ayudó a mucha gente a curarse por sí mismos de enfermedades fatales.
En esta época en un tiempo relativamente corto, Grieg se convirtió en un punto de atracción para la crema intelectual rumana que se involucró con entusiasmo en las diversas prácticas yóguicas bajo la guía directa de Grieg.
Pero después de un par de años el régimen comunista -que estaba siempre en contra de cualquier tipo de actividad que enseñara a la gente a pensar por sí mismos- empezó a perseguir a Grieg considerándolo como un sujeto extremadamente peligroso para la seguridad del régimen. Pasó a ser persona non grata.
El dictador Ceausescu -de manera insólita y sin precedente incluso en el campo comunista- prohibió la enseñaza y práctica de Yoga y cualquier disciplina oriental incluyendo las artes marciales, la meditación transcendental, la acupuntura etc. Esto hizo de Rumania ¡el único país del mundo que oficialmente tenía una ley contra todas las prácticas orientales de medicina y de auto desarrollo!
Grieg continuó enseñado Yoga ilegalmente. Las fuerzas de seguridad “Securitate” lo vigilaron, grababan sus conversaciones, lo amenazaron, y finalmente arrestaron y torturaron a él y a algunos de sus discípulos.
Grieg estuvo preso casi 2 años durante el régimen comunista por el sólo hecho de ser profesor de Yoga.
Se escapó de forma espectacular de la cárcel (una prisión de máxima seguridad en el corazón mismo de Bucarest) como forma de protesta, usando sus poderes paranormales adquiridos con la práctica de Yoga.
En Diciembre de 1989 explotó la Revolución contra el régimen de Ceausescu y la era comunista se terminó.
La práctica de Yoga fue permitida de nuevo en Rumania y Grieg fundó la escuela M.I.S.A. –el Movimiento por la Integración Espiritual en el Absoluto. Los rumanos, sedientos tanto de libertad exterior como de la interior, literalmente acudieron en masa a estos cursos y en corto tiempo los alumnos de Grieg se contaban por miles.
Sin embargo, la persecución de las enseñanzas espirituales no cesó aunque el estado rumano -por ser democracia- tuvo que recurrir de medios más sofisticados e indirectos que el encarcelamiento, de un Profesor de Yoga, quien seguía siendo un “enemigo peligroso” del sistema.
Fue víctima de dos atentados contra su vida (1994 y 1995). En ninguno de los casos la policía encontraba y ni siquiera buscaba a los agresores. Hecho documentado por dos ONG de defensa de los Derechos Humanos (Apador Suiza y Amnesty International 1997).
La culminación de esta persecución moderna de la espiritualidad fue un hecho en Marzo de 2004 cuando en Bucarest tropas de seguridad atacaron la comunidad de yoguis, a Grieg lo acusaron con cargos fantasmagóricos sin testigos y ni hechos reales.
El hecho de que el Estado Sueco le otorgara asilio político demostraba de manera evidente su inocencia. En abril de 2010, después de ¡6 años! de una intensa campaña de intimidación contra Movimiento M.I.S.A. y él su líder, la justicia rumana ha abolido cualquier cargo contra él, declarándolo inocente.
Durante estos años Grieg desde el exilio seguía sirviendo a la evolución espiritual de miles de personas, siendo un ejemplo vivo de la abnegación, coraje, amor incondicional para sus discípulos y todos los buscadores espirituales profundos y auténticos.
