Conócete a ti mismo - reglas de oro para convertirse en espiritual

Por el Profesor de Yoga Gregorian Bivolaru.

Cuando se quiere despertar en nosotros el poder espiritual latente que ha estado inactivo a lo largo de muchos años de estancamiento, debemos hacer un esfuerzo. No se activará una fuerza benéfica y no vamos a transformar ningún aspecto de nuestro ser permaneciendo pasivos. La inercia no lleva a ninguna parte y no se abre ninguna puerta. Podemos vencer sólo por la fuerza de voluntad.

Debemos enfocar nuestra mente en las fuerzas, debemos meditar, practicar yoga y las técnicas adecuadas, recordar que este camino de la evolución nos da los mejores métodos para vencer la inercia de la mente y del corazón, que a menudo son bloqueados por las tensiones, la oscuridad y la frialdad.

Siempre debemos tener la aspiración de aportar algo beneficioso para nuestra existencia, algo brillante, algo más cálido, y algo más lleno de amor. Antes de realizar cualquier acción, vamos a tomar un momento de introspección, de manera que podamos traer la paz a nuestra alma profunda, la armonía divina, el amor abrumador, y luego vamos a consagrar a Dios los frutos de nuestras acciones.

El comienzo es siempre esencial. Representa el momento en que se desencadenan fuerzas benéficamente orientadas. Para actuar lo más correctamente posible, siempre debemos empezar por buscar en nuestro ser la Luz de Dios. Todos sabemos que cuando llega la noche, no nos apresuramos en la oscuridad para tomar un objeto o para iniciar una acción. En primer lugar, encendemos una linterna y luego actuamos.

Es lo mismo con cualquier actividad de la vida: en primer lugar, tenemos que incluso aumentar en nosotros la Luz de Dios. De lo contrario vamos a tropezar en la oscuridad y tocaremos muchas puertas, pero no seremos capaces de hacer casi ninguna cosa espiritual. Si estamos atentos, vamos a abrir un camino bueno para nosotros, y si, por el contrario, no somos lúcidos, vamos a bloquear el camino con todo tipo de pensamientos inútiles, incluso destructivos y gestos que nos traen sufrimiento constante.

Los adeptos del yoga deben ser conscientes que la forma en que inician una acción es muy importante, especialmente si tienen la aspiración de que la acción respectiva sea fructífera y llena de sabor de Dios. Uno que actua cotidianamente de una manera positiva y divinamente integrada será capaz de irradiar eso con un gran poder. Aquel debe saber que es importante desarrollar un pensamiento profundamente beneficioso, en torno al cual todos los otros pensamientos pueden gravitar.

Si tenemos un objetivo preciso para cada día, una cierta orientación totalmente beneficioso, un propósito sublime para alcanzar, a continuación, todas nuestras actividades poco a poco se convertirá en orden, que se cristaliza, se convertirán organizada y de esta manera se contribuirá a alcanzar el ideal espiritual que es el objetivo en esta vida.

Vivir cada día de una manera admirable

Incluso si algunos pensamientos extraños e incluso sentimientos negativos podrían tratar de entrar en nuestra aura, se eliminaria fácilmente por la Luz Divina existente dentro de nosotros. Por lo tanto, todas las energías de nuestro ser se dedican a seguir la dirección correcta que hemos elegido.

Debido a este pensamiento fundamental que colocamos como una semilla en nuestra mente y corazón al comienzo de cada día, seremos capaces de registrar cada año en el gran libro de la vida de Dios. En la manifestación, todo se almacena en los registros Akáshicos. Si vivimos por lo menos un día maravilloso, un día que, probablemente, puede significar tan sólo un segundo de la vida eterna, no sólo ese día se almacena en los "archivos cósmico", no sólo no va a morir, pero ese día dará lugar a futuros días, que serán cada vez más parecidos a ella. Por lo tanto, vamos a propósito de vivir de una manera admirable todos los días, porque ese día influirá de una manera muy beneficiosa a los que lo siguen y lo hará lleno de alegría, orden, equilibrio y armonía.

Vamos a aprender a actuar de una manera mucho más extenso posible, de manera que nuestras acciones brillantes serán de utilidad para todos. Para ello, es suficiente transformar nuestra forma de pensar, de tener la conciencia de que cada uno de nosotros vive en este universo, todos y cada uno de nosotros estamos íntimamente y profundamente conectados con este universo, en cada momento.

Usted es un ser macrocósmico y actue de manera macrocósmica

Aquí es un ejercicio muy simple: estamos entre las cuatro paredes de nuestras habitaciones, aislados físicamente lo mejor posible, lejos de todo el mundo. Sin embargo, podemos hacer que el hábito que una vez por semana salimos de la habitación con la ayuda de nuestro pensamiento, con el fin de ampliar en un espacio más vasto y más: nuestra casa, la ciudad en que vivimos, entonces, nos imaginamos que la respectiva ciudad es parte de una región, y esta región es parte de un país, el país es parte de un continente, el continente está en la Tierra y la Tierra es parte de la familia de los planetas del sistema solar.

Este ejercicio espiritual que nos ayuda a tomar conciencia del hecho de que estamos integrados en el Universo. Ahora podemos ver que a su vez, el sistema solar es parte de una galaxia y la galaxia es una pequeña parte del Macrocosmos. De esta manera, se dará cuenta, con sorpresa, que, incluso si estamos solos en nuestra habitación, que también se expandió hacia el Macrocosmos. Y si ahora somos seres macrocósmico, ¿por qué nos imponemos algún límite en nosotros mismos, ¿por qué no abrimos los ojos y abrimos el corazón a todo y nos decimos que muchas veces tenemos que hacer las acciones macrocósmicas? Este ejercicio nos permite acceder fácilmente a un estado de expansión sin límite. ¿Por qué no utilizar los frutos de este estado al máximo?

Es muy importante descubrir el valor insospechado de la profunda paz interior. En silencio, preparamos las circunstancias favorables para la manifestación de las entidades divinas. A ellos les encanta el silencio y siempre esperan las condiciones que la gente les ofrece muy pocas veces, debido a la agitación diaria. Cuanto más evolucionado es un ser humano, más necesita el silencio, la paz profunda. En esta aparente ausencia de la vida, una persona se siente su sabor auténtico y misterioso, lo que es la vida real, la vida divina es un silencio intenso, abrumador. El silencio prepara las condiciones para la aparición y manifestación de las entidades divinas. Y cuando están cerca, sentimos por encima de nosotros el soplo misterioso de la Eternidad.

Muchas entidades divinas, invisibles continuamente bajan con el fin de ayudarnos. Sabiendo esto, nos permitimos ofrecer a ellos dentro de nosotros mismos, siempre que sea posible, las condiciones favorables para captar y mantener su atención. Todos estos seres divinos están siempre dispuestos a visitarnos y siempre buscan un lugar en nuestro corazón, en nuestra mente, con el fin de actuar y nos traen muchas alegrías espirituales. Pero la falta de gratitud puede ahuyentarlos.

Entidades elevadas que nosotros apreciamos su apoyo y generosidad. Ellos ya saben que la gente es imperfecta, débil, infantil, y tienen el poder de pasar por alto sus defectos, es más, precisamente cuando se muestran la mayoría de los errores, dicen: "Perdónalos, Padre Celestial, porque no saben qué hacen y es por eso que nuestro objetivo es ayudarles!” Pero si se dan cuenta de que las personas no se dan cuenta de su presencia y de su ayuda, las entidades divinas nos dejarán. Y esto no es debido a que necesitan nuestra consideración y gratitud, pero sabemos que por la falta de gratitud el ser humano deja de recibir los dones espirituales que podría recibir.

Abre la puerta para que entren los ángeles

En realidad, sabiéndolo o no, cada ser humano es el receptor de los archivos cósmicos Akáshicos. Absolutamente todos los eventos son registrados en el microcosmos de nuestro ser en una etérea misteriosa sustancia extremadamente sutil, donde no hay lugar para el macrocosmos entero. De esta manera, todos los eventos en todo el universo, sin excepción, todos los remolinos de los mundos (incluso de los mundos perdidos), nos envían, en determinadas circunstancias, visiones misteriosas que están registradas en nuestro subconsciente.

A menudo, sin previo aviso, uno recibe mensajes en este camino desde el macrocosmos entero. Por esta razón, especialmente cuando uno empieza a actuar, a investigar a través de la meditación, a través de la concentración mental y la contemplación de ciertos aspectos que le preocupan, uno se vuelve como el buscador de una biblioteca, quien pide el estudio de determinados documentos en una biblioteca. Hay que esperar un tiempo antes de recibir la respuesta, porque esta biblioteca es tan vasta y tan rica que en algunas situaciones los bibliotecarios no pueden encontrar el documento solicitado de inmediato, pero, en el momento oportuno, cuando llega la respuesta, uno dirá: "Tengo una revelación", o "Tengo una gran idea!", o "Ahora está claro!". De hecho, esto es cuando se recibe la información exacta que se había solicitado, y todos estos fenómenos tienen lugar a través de la manifestación de la Ley Oculta de la Resonancia.

Todas las relaciones entre los seres en el Macrocosmos siguen esta Ley de la Resonancia misteriosa y oculta. Por ejemplo, cuando se marca un número, el dueño de ese número recoge, de la misma manera, una cierta entidad misteriosamente que se comunica con nosotros cuando enviamos pensamientos específicos que vibran al unísono con esa entidad.

De esta manera, hay una conexión entre nosotros y la entidad, ser o lugar en que se centra fuertemente la mente de una manera sistemática. Pero todos aquellos que constantemente tienen pensamientos caóticos y contradictorios son condenados a los estados infelices, porque se conectan a las entidades que corresponden exactamente a los pensamientos que emiten.

Es por esto que es muy importante tener siempre una idea divina, porque vas a atraer de una manera mágica -pero de un modo mágico beneficioso- todas las entidades, seres y elementos que contribuirán a su realización. Una idea divina, una idea sublime es como una inscripción colocada en la entrada principal, al anunciar los espíritus oscuros, o malos: " Aquí no se puede entrar ". Así es como entidades inferiores no tienen la posibilidad de entrar en nuestra vida, mientras que la idea divina es exactamente igual que una puerta abierta para todos los espíritus brillantes y todos los ángeles que vienen a nosotros para ayudarnos e inspirarnos.

Centrarse en la luz blanca y brillante es un ejercicio espiritual muy eficiente y potente. Pero debemos recordar que todas las condiciones de vida actúan sobre nosotros de acuerdo a la atención que les damos a ellas. Por lo tanto, si creemos en ciertas circunstancias es muy útil y beneficiosamente mágico y vamos a ampliar su influencia.

A través de nuestros pensamientos y creencias, siempre tenemos una influencia decisiva, a continuación, aún más importante las pruebas que enfrentamos o las situaciones más difíciles. Entonces, la luz blanca brillante que nos impregna, incluso si somos conscientes de ello, pero si tenemos mucho cuidado y estamos llenos de aspiraciones, podemos participar en esta actividad con la firme convicción de que algo fundamental, la divinidad esencial es incesantemente creciente y se enriquece dentro de nosotros. Poco a poco se sentirán nuevas fuerzas divinas vibrando dentro de nosotros.

Sé desapegado para volver a nacer

De acuerdo con la manera de empezar una actividad, una relación o una aventura, por lo general, se puede prever su final: si el comienzo es malo, el final podría ser igual de malo. En la vida, hay ciertos eventos que se desarrollan con un rigor implacable, los acontecimientos se puede predecir con precisión, al igual que los astrónomos ven con los eclipses, conjunciones u oposiciones planeta, porque todo se desarrolla de acuerdo con las leyes cósmicas absolutas.

Sin embargo, es posible que, al hacer esfuerzos, la gente que tuvo un mal comienzo puede transformar el curso de los acontecimientos para que el momento final no sea como el principio. Cuando el misterioso poder del Espíritu se manifiesta, en cualquier momento uno puede interferir con el fin de cambiar ciertos aspectos, así es como se hace posible para suprimir, añadir, para sublimar algo. Entonces, la vida ya no es tan mecánico, porque se hace consciente y profundamente espiritual, porque el Espíritu Divino pone su marca en él.

Es precisamente en estas situaciones que purifica el Espíritu, llega a ser perfecto, armoniza, y se manifiesta con toda su fuerza. A veces, en el material de los acontecimientos se desarrollan esferas sin piedad a nosotros, pero nada en la esfera de lo divino es para siempre, el espíritu en cualquier momento puede interferir con el fin de hacer milagros.

En los Evangelios se dice: "No podras vivir de verdad a menos que mueras." Por supuesto, algunos de ustedes podrían decir que no tengo ganas de morir, pero esto demuestra que no lo entendieron. Morir para vivir significa morir en el mundo inferior, en el mundo del desorden, del mal y de las sombras maléficas, de los demonios, a fin de ser nacido en el mundo superior, el de la armonía, el amor divino y el de la luz de Dios.

No podemos vivir al mismo tiempo en el barro y en el cielo, a pesar de la estúpida idea de que algunas personas tienen que vivir una vida totalmente desequilibrado, imaginando que lo Divino en realidad llega a ellos. El Cielo está cerrado ante tales seres. Cuando experimentamos el colapso de los estados inferiores de la soberbia, la envidia, la mezquindad, el chisme, ya no tenemos acceso a los reinos paradisíacos, son bloqueados por nosotros. Ofrecer nuestra vida a Dios por completo significa otra cosa. Y el trabajo casi constante para embellecer, enriquecer, elevar y armonizar su ser interior, se va a sentir muy bien aquí y ahora y recibirá muchos invitados divinos en su alma.

Es fundamental darse cuenta de que los espíritus divinos son brillantes, cada uno de ellos, muy contento de visitar un lugar asi. Echa un vistazo a las reuniones que tienen lugar en nuestra vida diaria. Si, por ejemplo, recibimos a nuestros huéspedes muy bien, en un lugar muy acogedor, ofreciendo comidas ricas, paseos a lugares con encanto, música exquisita, estados extraordinarios de la felicidad, ¿cómo no quereran venir a visitarnos otra vez? Es lo mismo con los Espíritus de Luz e incluso con los ángeles. Si se encuentra en nuestro ser, en nuestro microcosmos interior, una cámara puro y sagrado, donde la belleza, la armonía, el amor y el reino es sublime, estarán encantados de volver una y otra vez, ¿por qué no, incluso podrían instalarse en el para siempre en nuestro ser y seriamos capaces de estar constantemente bendecido con su presencia.

Salir de la oscuridad para ver el Sol

Es el momento de descubrir el verdadero significado de la fuerza de una comunidad espiritual. La mayoría de nosotros no lo sabemos, intuimos aun lo que esta fuerza es capaz de lograr a nivel planetario. Esta es una imagen analógica. Hay lugares en el mundo donde los ingenieros a constructores de motores de viento muy potentes que producen electricidad, se utilizan para el suministro de grandes áreas. En el momento en que una comunidad espiritual muy poderosa actúa al unísono, que provoca fenómenos de resonancia enorme, es como una batería, al igual que una red de motores de viento que produce electricidad y puede generar una enorme energía a fin de proyectar la luz espiritual muy lejos en el espacio y para generar los efectos correspondientes a nivel de todo el planeta.

Por esta razón, es importante entender que los seres humanos son como las baterías y la mayoría de las veces es suficiente unirlos y ponerlos en contacto con una única idea divina, y los flujos profundamente beneficos entonces serán recibidos por muchos otros seres en todo el mundo. Algunos de nosotros meditan sin ser conscientes de que estas actividades espirituales ofrecen enormes posibilidades para el bien de toda la humanidad. Es el momento de llegar a ser muy consciente y llevar a cabo acciones tales como la mas alta frecuencia posible, para que, de esta manera, la luz en el Reino de Dios sea recibida por tantos seres en la Tierra como sea posible.

En realidad, el cuerpo es el vestido del alma y la palabra es el vestido del pensamiento. Sentimientos, pensamientos, las fuerzas sutiles que se manifiestan a través de nosotros, cada uno tiene ciertas ropas. Todas las criaturas, todas las entidades tienen ropas, y de acuerdo con estos hábitos, podemos reconocer el ocultamiento de estar en o detrás de ellos. Una piedra, un animal, una planta, un árbol son trajes diferentes detrás de la cual se ocultan algunas entidades.

Es esencial para meditar sobre las flores, en las formas y el color que toman, a fin de conocer tanto la naturaleza misteriosa de los seres vestidos con túnicas tales. Hay que preguntarse por qué la gente tiene los ojos azules, verde o negro. De hecho, estos colores son los trajes que expresan una cualidad o una virtud que no se dan cuenta solo quienes son ignorantes. Este misterio de las ropas es tan profunda y extensa que con éxito se puede estudiar durante todo el tiempo de la vida.

Aquellos de nosotros que siguen quejándose que Dios no contesta sus oraciones deben ser conscientes de que es normal que no reciban una respuesta, porque para ellos las oraciones respectivas son una petición que dirigen a El, esperando a que venga a encontrarlos en el lugar donde estan. Pero no transforman nada de su comportamiento incorrecto o de la manera equivocada de pensar. Se imaginan que Dios vendrá y los llevará a cabo del infierno en el que se hundieron por ellos mismos.

Es lo mismo que cuando, después de haber bajado en un sótano profundo o en una cueva, que pedimos la salida del sol y nos traen a la luz. El sol no puede venir a nosotros. Es nuestro deber salir de la clandestinidad y recibir su luz beneficiosa. El sótano o cueva significan todas las manifestaciones internas malas de nuestra mente y corazón, todos los malos hábitos de lo que no queremos renunciar. Pero si queremos la luz, somos los que tenemos que caminar hacia Dios, aspirando freneticamente para mejorar nuestra frecuencia vibratoria dominante. Y si estamos decididos a dirigirse hacia Él, nos convenceremos de la verdad de un sabio proverbio:

"Cuando se hace un paso hacia Dios,
Dios hace nueve pasos hacia ti. "

Vamos a ofrecer nuestra vida a Dios diciendo:
"Querido Dios,
Ahora te ofrezco mi vida.
Para mí Tu eres todo.
Sabiendo esto, Te suplico:
Guíame, iluminame y dame fuerza,
Manifiesta Tu amor por mí,
Hacer Tu voluntad que se haga mi voluntad ".

Fuente: yogaesoteric